lunes, 9 de marzo de 2015

Tengo envidia de todos esos adolescentes

Pablo Natale

Publicado por Festival Internacional de Poesía de Córdoba 0 Comentario
 Pablo Natale
Nacido en la ruta interestatal Córdoba-Rosario en la década de los ochenta, Pablo Natale es autor de Un oso polar (Recovecos, 2008), Vida en común(Nudista, 2011), Viaje al comienzo de la noche (Vox, 2014), de la nouvelle Los Centeno (Nudista, 2013), y de los libros para niños Berenice y las ocho historias del pálido fantasma (Cuenta Conmigo, 2012) y Cuatro Cosmo Cuentos (La Sofía Cartonera, 2012). Coordina talleres de escritura, colabora en suplementos culturales y es integrante de la banda argentina Bosques de Groenlandia.

* * *

La carretera Noé

Los animales no hablan
y los recuerdos tampoco.
Me gustaría tallar eso en el árbol
al que trepamos con papá
en el paraíso imaginario.
Los animales no hablan
nos diríamos
tendidos allá arriba como si sólo fuésemos ropa
empujada por el viento.
Los nombres se secan
nuestras manos se secan y los recuerdos
se secan.
Somos animales
me gustaría decirle a papá
en el silencio de la noche.
La casa se viene abajo y tan sólo somos
animales.

* * *

Los tecladistas del amanecer tienen una nueva banda

Y ahora mi hermano crece
desearía enseñarle el dudoso valor de los buenos modales
y sobre todo educarlo en el costo
de la comida dilapidada
ese plato de comida sale el cero coma cinco por ciento
del sueldo de tu madre
eso parece poco pero si lo multiplicás por tres
y el total por treinta
el resultado es un número estrepitoso que da pavor
todos los días tu madre está luchando para que vos comas
todos los días trabaja con el resto de vida que le queda
para que puedas chupar con tus amigos
y para que estemos sentados a la mesa
sin saber qué hacer con nuestros días
mañosos, orgullosos, distantes
y ahora mi hermano crece
y no tiene conciencia de los números
ni del valor económico de cada día en la vida de mi madre
ni de lo que puede pasar de acá uno o dos años
si ella muere y la casa se desvanece
podría enseñarle un par de cosas a ese niño
sentado en la vereda
podría ayudarlo a que se apure, a que obtenga madurez
la madurez es un banco de fuerza, un botón apretando el cuello
los números que no cierran, el futuro que se abre
tengo envidia de mi hermano
tengo envidia de todos esos adolescentes
quiero estar solo en la calle.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...