Ayer, que me quería, le pregunté por qué a veces (llevábamos dos días peleando) me mira con un odio tan terrible, por qué parece que lo toco y le dan ganas de vomitar. Me dijo que porque es así, porque me odia y siente ganas de vomitar. Le pregunté,entonces, por qué ahora me miraba con esa cara de amor tierno y me tocaba como sino pudiera dejar de hacer lo nunca. Me dijo que lo que pasa es que, a veces, me pongo tan insoportable. Le dije que siempre soy así, que no cambié de ayer a hoy. Me dijo que a veces más insoportable, dudó, no supo explicarme por qué ahora había dejado de odiarme.
Pensé en no ser tan egocéntrica y justificar su mejor humor con dos días de descanso por auto en taller. Pensé en "Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus" y la teoría de la caverna masculina en la que hay que dejar que se metan hasta que solucionen sus conflictos y vuelvan a una más fuertes, pensé en dejar de pensar tanto y confiar en mi amor.
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