Me encanta cuando siento el cuerpo del que me abraza en sueños. Anoche él me abrazaba. Vestidos, en medio de una reunión o no sé qué. Era una abrazo de pareja pareja. A los dos nos sorprendía sentirnos tan iguales: no era una abrazo protector, ni erótico, ni amistoso, éramos dos cuerpos que decían qué bueno encontrarnos.
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