viernes, 27 de julio de 2012

La fuerza de los cuatro elementos



LARIMAR:

PIEDRA ATLANTIS O PIEDRA DELFÍN



Historia, formación y usos del Larimar



El Larimar fue descubierto hace menos de tres décadas, y su fama fue instantánea, por lo que fue determinada a ser una de esas gemas raras, que solamente se encuentra en un lugar en todo el mundo, esto quiere decir que el Larimar no sólo es encantador, sino que es extremadamente diferente.



El Larimar es una variedad de pectolita, o una roca compuesta en gran parte de pectolita, de hidrato ácido de silicato de calcio y sodio. Aunque la pectolita se encuentra en muchos lugares, ninguna tiene la coloración azul única del Larimar. Este color azul, distinto de la de otras pectolitas es el resultado de la sustitución de cobalto para el calcio.



LOCALIZACIÓN

La única localidad donde el Larimar, o Pectolita azul, aparece sobre la corteza terrestre, es la provincia de Barahona, en la región del suroeste de la República Dominicana. La mina de Larimar se encuentra en el pueblo de Los Chupaderos a aproximadamente 10 Km, en las montañas, cerca de la ciudad de Barahona. Es actualmente el lugar donde el Larimar es el más abundante.



HISTORIA

El 22 de noviembre de 1916, Miguel Domingo Fuertes de Loren de la parroquia de Barahona pidió el permiso al Ministerio de República Dominicana para explorar y explotar una mina que había descubierto y que contenía una roca azul. Puesto que nadie sabía a que se refería el sacerdote, el pedido cayó al agua y se retrasó el descubrimiento de la piedra azul.



Entonces fue solamente en 1974, al pie de la cadena de Bahoruco, en la provincia costera de Barahona, que una banda azul en la arena atrajo la atención de Miguel Méndez y del voluntario Norman Rilling. Estos cavaron y redescubrieron el Larimar. Los indígenas, que pensaban que la piedra venía del mar, la llamaron la “piedra azul”. Miguel Méndez le dio el nombre de LARIMAR asociando el nombre de su hija Larissa y el MAR.



Resulta, que las piedras encontradas era sedimento aluvial, lavado en el mar por el río de Bahoruco.



Una investigación ascendente indicó que la mina de Los Chupaderos constituía la única mina de Larimar conocida en el mundo y el Larimar se clasificó en 1979 como piedra semipreciosa.



FORMACIÓN

La isla de Hispaniola comenzó a formarse a raíz de erupciones volcánicas, hace alrededor de 100 millones de años. Una nueva montaña se formo con la cadena de Bahoruco en suroeste de la isla, comenzando por su parte oriental. La formación del Larimar es puesta de relieve por basaltos y andesitas. Los fenómenos volcánicos favorecieron a la asociación de elementos químicos. Luego se formó una asociación muy poco frecuente en la naturaleza: silicio- oxígeno con elementos sódicos y cálcicos.



Así pues, se formaron en proporciones adecuadas, pero aleatoriamente, concreciones compactas de pequeñas masas. En geología se conocen bajo el nombre de pectolitas: Una roca secundaria. Debido a la alta temperatura a la cual se somete la masa incandescente, la cristalización de una variedad mineralógica conocida bajo el nombre de pectolita se produce.



La cristalización de esta pectolita se hizo dentro de chimeneas volcánicas donde la materia incandescente fue empujada por el gas. Por lo tanto, la explotación del Larimar depende de la localización de estas chimeneas. La extracción se hace cada vez más profundamente en el antiguo volcán.


PROPIEDADES

En los círculos metafísicos se dice que esta piedra preciosa coloreada puede sanar; como la mayoría de los cristales y piedras preciosas.

Sin embargo no hay ninguna prueba científica al respecto.

Piedra femenina de una extrema suavidad, aporta calma y equilibrio, y facilitaría el parto…

A nivel psicológico traería serenidad y amor en su entorno, y estimularía la creatividad.


¿Cuáles son las propiedades metafísicas del Larimar?



Propiedades para la salud: El Larimar es el miembro más reciente de la familia de minerales llamados curativos:

· Armoniza nuestro organismo, abriendo especialmente el chakra del corazón.



· Regula el sistema nervioso, el sistema hormonal y la glándula tiroides



· Actúa como potenciador del sistema inmunológico, aumentando las defensas.


· Incentiva el área cerebral que estimula la capacidad comunicativa.


· Soporte de nuestra salud y bienestar general, preserva de la ansiedad, estrés y otras situaciones psicosomáticas.



Propiedades metafísicas:

El suave color azul de esta piedra centra y relaja frente a los cambios y altibajos a los que estamos continuamente expuestos. No es coincidencia que el Larimar haya aparecido justo en una época en que el mundo está sufriendo importantes transformaciones que por supuesto nos afectan, este mineral tranquiliza y aporta energía positiva.



Tiene también la curiosa característica de incluir en sí mismo la fuerza de los cuatro elementos de la naturaleza: evoca el color del cielo (aire) que equilibra nuestra mente y espíritu. Refleja el brillo del mar (agua) que rige nuestras emociones y sentimientos. Representa al reino mineral (tierra) que nos hace prosperar y echar raíces, y su origen volcánico es el fuego: la energía, acción y creatividad necesarias para sacar adelante cada día.



El Larimar nos ayuda a afrontar la vida con ilusión y armonía, y para beneficiarnos de sus propiedades, basta llevarlo cerca de la piel, como joya o colgante .



¿Cómo se utiliza el Larimar en el Feng Shui?

Representa la energía de la montaña y es muy poderoso para nutrir el "chi" de la tierra, del aire, del agua y del fuego, por su peculiaridad de conectar con los cuatro elementos. El Larimar potencia el "chi del crecimiento", que favorece la suerte en nuestras relaciones personales. Ya sean laborales, familiares o amorosas. El Larimar atrae la buena voluntad de los demás hacia nosotros. Las piedras lisas montadas sobre elegantes bases son beneficiosas para el amor. Si queremos crear "suerte de respaldo" conviene llevar un Larimar, es un potenciador de la energía en nuestro organismo y un armonizador natural del chi.







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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...