miércoles, 15 de julio de 2009

"Es de ti de quien habla la fábula"

NUESTRA SEÑORA DE LOS LIBROS


Por Pablo de Santis


(En edición especial de ADNCultura La Nación del 26 de abril de 2008)


Desde tiempos inmemoriales existe una batalla a muerte entre las bibliotecas y los libros. Amables, contenedoras, las bibliotecas quieren amparar a los libros en sus estantes, quieren imponerles un orden albètico o temático; les libros insisten con invadir la mesita de luz, levantar columnas en el piso, mezclarse en la mesa con el agua y el pan, acumularse a los pies de la cama. Confinados de tanto en tanto (cuando vienen visitas) a las alturas de la biblioteca, cualquier excusa les sirve para escapar. A veces hasta abandonan el hogar: esto ocurre cuando los dueños de casa, vino de pormedio, se muestran generosos con los invitados. Ni siquiera los ex libris, esa marca de ganado, sirven para disciplinarlos, ajenos a su nombre, se van, se pierden.
Esa tendencia de los libros a acumularse es uno de los temas de la novela Nuestra señora de las tinieblas de Fritz Leiber, que cuenta la vida de un escritor, Franz Westen, que busca fantasmas en el mundo sin saber que los tiene en su casa. En un rincón del cuarto, el escritor ha ido tirando novelas de terror y ciencia-ficción, junto a viejas revistas, hasta formar una montaña consedrable. Una noche, una entidad maléfica se apodera de esos materiales; es un fntasma enteramente hecho de papel, una mujer formada por papeles amarillentos y pàginas marcadas. Todo lector apasionado corre el mismo peligro: que los libros cobren vida.
En 2006 se publicó en español la novela Literati, de un joven escritor irlandés Barrie McGrea. Los protagonistas del libro, estudiantes de Trinty College de Dublín, se entregan a un ritual secreto que consiste en hacer una pregunta en voz alta y luego abrir cualquier libro en cualquier pàgina al azar para encontrar la respuesta. Es una novela fantástica, y por lo tanto la concordancia entre vida y libros es prodigiosa, pero aún fuera de la magia, sentimos a menudo que los libros nos hablan a nosotros como si nos conocieran. Creo que por eso seguimos leyendo. Una antigua sentencia latina que el filósofo danés Soren Kirkegaard convirtió en su lema decía: "de te fabula narratur"; es de ti de quien trata la fábula. Ese es el tema de todos los libros.

Pablo de Santis.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...