Leí esta nouvelle en El péndulo en el año 87. Creo que fue una de las cosas que me voló la cabeza en aquel entonces. Se parecía mucho a mis sueños recurrentes, a los de los lugares laberínticos, esos a los que no se quiere entrar, donde se entra igual o se aparece ya dentro, esos donde una ca y viene, sube y baja y aveces sabe que la persiguen (quièn la persigue) y a veces no, a veces una está tan sola que sabe que ni siquiera hay perseguidor.
De esos lugares donde hace veinte años no salía hasta despertar. De esos lugares... Anoche soñé con esos lugares, pero dentro del sueño mismo, antes de que éste terminara, yo encontraba lo que estaba buscando.
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