Me cansé un poco de publicar en feis, otras redes nunca tuve mucho. El wasap siempre es para mí comunicación directa solamente y menos red social. Instagram nunca me entra en la vida.
Bloguear sigue siendo como mis diarios íntimos de infancia y juventud: un modo de entenderme a mí misma explicándome hacia afuera, porque si no escribo la cabeza no para, no se detiene ni gira en paz, se descuajeringa, se golpea contra los muros.
Se ve que necesito algo de seguridad, de garantías, porque anoto en la primera página del libro que leo los ringtons que le puse a las notificaciones de cada une de mis hijes y nueri. Para no perderlos, los ringtons, para que no se me cambien, para sentir ese sonido reconocible y convencerme de que el mundo está bien y no necesitan a yo esté al cuidado.
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