martes, 11 de julio de 2017

Nunca lo vi tan comunicativo

Ayer vino Gustavo a casa después de 12 días consecutivos de laburar como seguridad en un "privado" de Flores o algo así. Mis sentimientos eran encontrados: desde el odio más grande por andar "de joda" hasta la pena más incomprensible por no comprender el sentido de la vida que, en realidad, es tan obvio. Él estaba tan tierno y con tantas ganas de contar cosas que me confundió más aún. Con Rafa escuchamos los cuentos desastrosos de sus 13 horas en ese lugar más las dos horas de ida y dos de vuelta en bondi (él que jamás se subía a un colectivo).
Al rato Rafa se fue para la pieza y Gustavo cometió el ¿fallido? de decirme "Y vos decí algo, estás muy callada". Jajaja: se la estaba buscando: le dije todo lo que pensaba y había pensado en toda la semana, le dije que no sabía por qué había estado pensando en él todo el tiempo, que estaba segura de que a él le gusta llamar la atención haciendo cagadas y que se autoflagela para pagar no sé qué culpa que lo hace sentir una mierda. Yo se lo dije retranqui, resegura de que no estaba boludeando a un tipo que me estaba boludeando (te ahorro sus anécdotas pero imaginátelo a él diciendo "Y mirá que yo conozco la noche y la gente que labura de noche pero hay cosas que no puedo creer: el olor en el bondi, la mugre, los que van a comprar merca al fondo de no sé dónde". Y yo no pudiendo creer su propio asombro ante la miseria humana a la que él mismo se somete). Él me escuchó, se la bancó retranqui. Al rato volvió Rafa que seguro tenía la oreja parada y dijo que "Por esta vez", yo tenía razón. Y le reforzó (con voz de hijo menor llena de amor) todo lo que yo decía sobre sus malas decisiones en la vida y su no hacerse cargo, le dijo "A mí no me debés nada y no tenés obligación de ser el marido de mi mamá ni hacerle el novio". Muy genial. Muy impresionante toda la secuencia.
Después dormimos juntos solamente. Desayunamos recién y se fue a lavar su ropa a su casa porque ayer era su único día franco por no sé cuántos más. Espero que nuestro "permiso" le ayude a mandar eso, que es esclavitud y no laburo, a la mierda.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...