miércoles, 11 de marzo de 2015

Pendejadas

No sé quién de los dos es más pendejo: él que se va sin saludar y ahora no me quiere llevar al médico porque ayer le dije que no deje al perro en la calle (sí, nos peleamos por Fido) o yo que me angustio por sus enojos de mierda.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...