domingo, 1 de diciembre de 2013

La vida dominguera

Nunca voy a entender por qué me hace tan feliz escuchar el ruido del lavarropas. Está casi tan bueno como ver crecer el pasto.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...