Era una casa enorme, medio castillo medieval, de piedra, toda sucia, con olor a pis y a caca porque las dos viejitas que vivían ahí estaban inmovilizadas en sus respectivas camas y no limpiaban. Yo le decía a alguien (¿mis hermanos?) que yo me hacía cargo de las viejitas yme quedaba con la casa y le explicaba a alguien (¡mis hijos?) que nos teníamos que mudar, que yo ya estaba podrida de los alquileres y que la casa limpia iba a quedar buena.
Las dos viejitas eran (creo) una mi nonna que murió hace como 12 años(era su cara pero no era su personalidad, ni gritaba ni era mala como mi nonna sino que se estaba quietita como una muñeca en su cama y me hablaba bien. La otra era como la hija de ella (que mi nonna sólo tenía de hijos a mi viejo y a mi tío)porque Magdalena diferenciaba entre mi abuela y la de ella, pero esta segunda vieja estaba en el primer piso y no se veían en mi sueño (¿yo tenìa una madre, es decir, una hija de mi abuela?).
La cosa es que nos poníamos a limpiar y a cerrar puertas y ventanas porque la gente, cualquiera, los vecinos, entraban y salían por cualquier lado y en medio de la casa te encontrabas con uno que te decía que iba cruzando para la casa de al lado. Yo pensaba en la escena de Ceremonia secreta en la que las viejas vienen a la casa de la chica loca y le roban las cucharitas de té.
Yo intentaba cerrar una ventanita de uno de los pisos (me parecía la ventanita como la de la torre del palacio) y no podía porque las bisagras estaban rotas y uan parte era de cartón agarrado con clavitos que se salían. Me iba a comprar una ventana con vidrios y postigones y eso, en el sueño, era todo un logro (un psiquiatra a la derecha, porfis).
En otro momento del sueño yo encontraba (porque tenìa que ir como descubriendo la casa y ahora, sólo ahora, se me viene a la cabeza el cuento de Barba Azul), digo que encontraba dos cuartos contiguos uno de los cuales comunicaba con una baño mediante un muro bajo. En un cuarto dormía Magdalena y del otro yo sacaba a empujones a un tipo que, al salir del cuarto, yo veía idéntico al lobito de Crepúsculo (nada mal para yerno). Yo la llamaba a Magdalena aparte y le decía que si era un amigo de ella que estaba todo bien, que ella lo manejara, pero que si era un degenerado desconocido yo tenìa que protegerla y pensaba que si ponía llave a los cuartos cada uno podía dormir allí sin peligro pero después se me ocurría que cualquiera de los dos iba a entrar al baño y desde allí podía saltar al cuarto que estaba pegado. Tambièn me venía a la cabeza el olor a mierda que tendrìa el cuarto pegado al baño y habìa una imagen del muchachito lobo con la rodilla sucia de mierda (yo decía que habìa olor y èl decía que era de èl y que ya se iba a limpiar).
No me acuerdo más. Suficiente patologìa por hoy.
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