Tengo miedo de que mi hijo no se adapte. Y de que se adapte también. Miedo de que lo echen de la escuela por rebelde, por contestador, por mocoso insolente, por no sacarse el arito, por escribir Anarquía en el cuaderno de comunicados. Miedo de decirle que obedezca no importa a quièn ni cómo ni con qué razones. Miedo de criar un inadaptado. Miedo de admirar demasiado su vocaciòn, su personalidad, su sed de justicia, su caracter de mierda, su poco complaciente dulzura exclusiva para quienes nos la ganamos.
Tengo miedo. Pero me consuelo pensando que no soy yo la que decide.
No hay comentarios:
Publicar un comentario