Terminé mi primer John Harrison, El curso del corazón. Es de esas lecturas de las que yo digo: "un antes y un después". Me encantó la historia-nohistoria que (no) se cuenta, lo misterioso de los limites entre realidades propias, compartidas, inventadas, enajenadas, negadas, buscadas, rechazadas. Me encantó la posibilidad de lo posible y los modos en los que el narrador da cuenta de vidas bellas, inútiles o desperdiciadas. Impresionante el modo de sostener las descripciones para que todo sea posible y nos quedemos en medio de una red enorme de formas de vida y de memoria.
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