Por otro lado, se me ocurre ahora, que la semi obra, la escena 1 que estoy escribiendo para mi taller de dramaturgia, quizás podría volcarse hacia lo fantástico. Empezó con un ejercicio en el que mi querido y genial Saba proponía traer una foto de un personaje y escribir un monólogo de ella (en mi casa fue la niña andaluza que me traje de allá bailando flamenco en zapatillas). Luego teníamos que afanarle un personaje a une cumpa y el profe nos daba una situación al azar para relacionarles. A mí me tocó "La búsqueda de un tesoro". Afané una vieja asesina maridos que había creado mi cumpa y ya las tengo a la nena y la vieja (Esther y Carmelita) saltando a la soga en la vereda de El faro y hablando de qué es "El tesoro de la juventud".
Podría meterle tantas cosas ahí...
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