Mi propósito personal es éste: hablar, escribir para nosotros. Estaremos más cerca de una liberación verdadera si, en lugar de atender al enemigo, de entrar en su juego de constante competencia y aniquilación, optamos, como las grandes escritoras, por propagar entre nosotros un saber que tienda puentes más allá del tiempo y el espacio y de los muros antiguos y nuevos. Si nos atrevemos a revivir, comprender, y consolar al niño que fuimos; si comprendemos a literatura como el vehículo más poderoso de ese amor y esa fraternidad, y tratamos de escribirla para los que aun hoy, todavía, los necesitan como el agua y el pan.
Leopoldo Brizuela
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