(Este es uno de los poemas con los que nos voló la cabeza ayer, leyendo recitando casi componiendo en voz alta con una cara de loca, de poseída, que la hacía vibrar como pocas veces he visto.)
La molienda
Estoy sola como el mundo.
Soy plana como el mundo.
Lo único que quiero
es provocar
un estado de tensión
en el que las cosas se rompan
y no haya ruido.
Funciono como las plantas,
si aspiro demasiado
me ahogo.
En Méjico me contaron
de una mujer
a medida que molía el maíz,
su brazo iba desapareciendo.
Soy como esa mujer
que se muele a sí misma.
me escribo
y desaparezco.
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