Mi sábado pasado o el elogio de la aburrición

 Hoy, por fin, a un año de jubilada, fue un día tranquilo y aburrido como vengo rogando que me toquen.

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Hoy, por fin, ninguna emoción fuerte. Lo más grave que pasó fue que me olvidé en remojo la ropa que puse anoche y la colgué recién ahora que ya no hay solcito.

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Ningún perro se peleó con nadie, los albañiles de al lado no se mandaron ninguna cagada, no tuve miedo de morirme, Docky no rompió nada, entré y saqué el auto bien.
Tenía que ir a hacer la vtv con mi ex y él me postergó para el otro sábado y ni siquiera me fastidió mucho. Ni ganas de ir sola me dieron.
Tenía que enganchar a mijito para que empiecen mi portón y para unos estantes más pero me cortó menos diez ayer y hoy ni bola le dí. Hasta creo que me animo a subir el auto a la vereda por la entrada del vecino.


Lo otro más grave que pasó hoy es que pisé sorete de perro con mis ojotas nuevas y me di cuenta de los perjuicios de las sueñas con muchos agujeritos y canaletas.
Fui a comprar al chino y a la verdu y pagué con mercado pago. Hasta no había internet y dejé la bolsa, me fui a la vereda, lo hice desde ahí y volví a mostrarle a la cajera.
Bueno, ahora que voy rebobinando tampoco fue un día tantantan tranquilo y aburrido. Lindo, con cositas.

Estuve en mi seminario virtual de los sábados y hablé de Liliana Bodoc porque estamos estudiando el archivo mesoamericano y me dijeron que prepare mi exposición sobre la trilogia de Los Confines o sobre Los ovnis de oro de Cardenal que tb retoma los poemas antiguos.

Lo otro más grave que pasó hoy es que pisé sorete de perro con mis ojotas nuevas y me di cuenta de los perjuicios de las sueñas con muchos agujeritos y canaletas.

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3Sofia Sacchetti, Norma Alegre y una persona más