Hoy trato de amanecer con entusiasmo. Pensar que el día será una sorpresa inesperada tras otra, qué divertido ver qué rompen hoy los albañiles de al lado, qué kilombo hacen mis perros y los del vecino, a cuánto tengo que pagar las mandarinas o de qué lado pongo el sillón de mimbre para que me dé bien el solcito.
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