¿Qué pasa cuando un ruso enamorado le escribe desde el exilio alemán a una mujer que no le hace caso? Una mujer que promete, además, leer sus cartas tan solo si no hablan de amor. Asoman las metáforas, los intentos de desautomatización, la resucitación de la palabra, el trabajo con la lengua como cuando el artista esculpe el mármol. Todo esto en el correlato ficcional de las teorías de Viktor Sklovski, el creador de la ostranenie, el estudioso de la literaturnost: " Zoo o cartas de no amor" (1923)
"...todas las bellas palabras han desfallecido. Están prohibidas las flores, la luna, los ojos y series enteras de palabras que hablan de todo lo que es agradable ver. Y yo quisiera escribir como si nunca antes hubiese existido la literatura (...) Representar ridículo el mundo es la cosa más fácil. Y ahora mismo una luna enorme, casi verdadera, mira hacia el interior de mi ventana. SObre la larga carretera alemana, entre desnudos árboles floridos, un automóvil huye, hacia la profundidad. Todas las cosas separadas entre sí. Mi casa está lejos".
"...todas las bellas palabras han desfallecido. Están prohibidas las flores, la luna, los ojos y series enteras de palabras que hablan de todo lo que es agradable ver. Y yo quisiera escribir como si nunca antes hubiese existido la literatura (...) Representar ridículo el mundo es la cosa más fácil. Y ahora mismo una luna enorme, casi verdadera, mira hacia el interior de mi ventana. SObre la larga carretera alemana, entre desnudos árboles floridos, un automóvil huye, hacia la profundidad. Todas las cosas separadas entre sí. Mi casa está lejos".
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