martes, 4 de noviembre de 2014

Epifanías con retraso

De repente te miro, o te toco, o me decís algo, o estoy en otro lado y te me venís a la cabeza, y toda una zona de mi vida se ilumina de un modo que la hace salir de la incomprensión o el olvido, o de un modo en que se transforma completamente en otra cosa.

En fin: No sé si estoy reordenando mi vida, revisando mi vida, conociéndome realmente a mí misma, aceptándome a mí misma o es, solamente, efecto del coger demasiado y muy seguido.

No hay comentarios:

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...