Una de las reglas que me autoimpone mi definición de maternidad indica que debo ver todas las pelis que traen a casa mis hijos e hija. Ésta la trajo el mayor, la nena ya la había visto (y no dijo que fuera "patética") y el menor (con amigo incluído) ya la había visto "como 500 veces".
Así que tuve que verla. Y... para que le gustara a tanta gente tenía que tener autos, chicas y muchacho cuyos tatuajes no le impiden enamorarse como en los años 30. Me gustó el vestuario de las nenas de Anarquía 99 y los tatuajes antes mencionados sobre el cuerpo del muchacho (que me gusta más en "Niñera a pueba de balas").
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