domingo, 24 de febrero de 2008

La sonrisa de Mona Lisa

Me gustó, me gustó, me gustó. Mucho, mucho, mucho. Porque la prota es una mujer (Julia Robets), porque es una profesora de secundario que tiene que decidir si ser fiel a sus principios o a su directora (¡Qué tema poco común ¿no?!), porque sus alumnas la quieren, porque se enfrentan (alumnas y profe) al modelo de mujer de los 50 (¿de los 50?) y porque el final no es rosa sino violeta.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Me encanta el violeta!

Paula Irupé Salmoiraghi dijo...

¿Leíste la entrada más abajo que se llama "Color violeta"?

Monica V. Dusset dijo...

Paula:
Por qué violeta?
La connotación que tiene esa palabra es bastante ambigüa.Paso a explicar mis impresiones.Por un lado esa película me hizo ver en muchos aspectos situaciones que viví,por ej.: la maledicencia que "se respira" en muchas partes del film,en ese aspecto se violeta? /violenta? la vida privada de una mujer ,se violenta también su intimidad y se la expone en una Institución, ante la vista y los comentarios de sus alumnas que primero la discriminan y critican hasta llegar al final feliz de la admiración,del "seguí que te seguimos".Pero... siento que en ese final,la protagonista pierde y gana.Por un lado gana la admiración de sus alumnas al ser un modelo de mujer/profesional/amiga para ellas y por otro pierde su intimidad,como que de ser persona pasa a ser un personaje.Por lo menos eso me pareció a mí.
Saludos
Mónica

Paula Irupé Salmoiraghi dijo...

Veo que ya viste por qué decía yo lo de violeta... ¿te parece o no? ¿Te gustaron mis entradas sobre feminismos?
Con respecto a la intimidad que pierde la prota de la peli, creo que es el precio que toda persona "modelo" o representativa de algo debe sufrir. Pienso que si todas las personas a las que admiro hubieran querido salvaguardar demasiado su intimidad no habría habido posibilidad de que yo la admire. ¿Los héroes y heroínas de todos los colores pasan a ser un poco parte de todos, no?

Paula Irupé Salmoiraghi dijo...

Algo más, Mónica, sobre tu comentario. Pienso que una se "inventa" un personaje que mostrar en ciertos ámbitos, no es "mentira" sino el armado que una necesita para enseñar en algunos casos, sobrevivir en otros, escribir, publicar, etc. Ser docente es muy teatral en ese aspecto.

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...