Anoche terminé tercera temporada de "Llama a mi agente" o "Diez por ciento". Estoy extrañando. Muy buenos los planteos de conflictos individuales, de parejas o relacionales y grupales o de equipos. Me encantó la noche de la actriz que, de tan genial y entusiasta, quiere hacer tres películas y una obra teatral a la vez y la picardía y el talento para sí lograrlo. Me encantó el avance del tema celos en la pelí de la actriz nueva que es pareja de su propio agente y cómo deriva eso en la ruptura o el reencuentro, el éxito o el fracaso de la peli por la que pelean. Me encantó el embarazo, parto y crianza múltiples, en manada, en parejas tripartitas, en unidad torta de Andrea. Me encantó el pacto bifronte entre les dos agentes juniors y sus conflictos de vocación, personalidad y encame vs talento. Me encantó la típica relación secreta con el jefe, la linea tan delgada entre abuso, acoso y enamoramiento del superior que aparece tan bien matizada y resuelta entre Mathías y Noemí. Me encantó ver la resolución loca de algunas situaciones en filmaciones y procesos creativos del cine. Me encantó el actor viejo y con lagunas de memoria que resuelve médica y amorosamente su salud. Una belleza todo.
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