lunes, 21 de diciembre de 2020

Hay cosas que no tienen vuelta atrás

 Cuando te cagó tu mejor amiga y el amor de tu vida, después de arrancarse las mechas mucho tiempo con el "por qué a mí" y "justo vos", una se aviva de que nunca iba a detenerse por gente ancla, aunque les quisiera, y que en ese no detenerse por elles está la transformación del amor en odio y la imposibilidad de seguir entregándose toda una cuando se está ante cobardía y mediocridad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Uno puede fastidiarse y molestarse. El tema está en que luego eso no se transforme en un miedo a evitar a todo tipo de persona por el temor a darse otra vez con el mismo tipo de problema. Que hay gente persistente en el error, pero también hay gente que se equivoca y después se da cuenta y no quiere volver a cometerlo. ¿Quién no ha sufrido alguna vez una traición? Y sin embargo, está bueno intentar nuevamente, aun con ese riesgo. Dar la chance, y también saber perdonar y dejar ir.
Ánimo. Un abrazo.

Paula Irupé Salmoiraghi dijo...

Gracias, Anónimo. Me encantaría saber de quién viene el consejo. Lo mío no es miedo, es odio puro y hacia quien se lo ganó, nada más.

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...