domingo, 5 de enero de 2020

Dos días en la vida nunca vienen nada mal

Belén y Mile se habían ido el 27 a pasar fin de año a Mar de ajó donde viven su hermana y su mamá. Julián estaba el 31 medio extrañando y me dice medio en joda medio en serio, ¿vamos ida y vuelta con el auto?
Y allá fuimos. Yo toda feliz del mar y del hijo y de la nieta y del paseo y de la ruta. A eso le agregamos el cariño de nuera y cuñada y un tatoo temporal en la playa y todo fue genial.


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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...