jueves, 30 de enero de 2020

17 años después



En abril van a hacer 17 años que vivimos en esta casa. Esa esquina era parte del montón de piedras y chatarra que cubría todo el fondo cuando llegamos en el 2003. Después la mantuvimos como rincón de las ramas y recién ahora la fui bajando de a poco, Rafa aplastando y el lunes vino Julián y le pusimos "macetas" para conquistar territorio. La pinchuda y el matorral de boldo que estaba delante del bombeador los moví yo sola. Mañana iremos a Tigre a buscar mi nueva hamaca paraguaya. Me siento como un hada del bosque en mi ecosistema. Puedo encontrarme con mis hijes sin quejarme de abandono y desagradecimiento. Extraño bocha a les niñes que admiraban a su madre pero les adultes que me critican todo el tiempo también saben reconocerme la alegría, la independencia, la creatividad.

No hay comentarios:

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...