domingo, 2 de noviembre de 2014

Ellos temían mis palabras

TODA LA NOCHE HABLASTE CON LOS ÁRBOLES




Pasé toda la noche hablando con los árboles.
Les decía una palabra y ellos se alejaban sacudiendo sus ramas, aterrados en el viento nocturno.
Les decía otra palabra y corrían todavía más, como una luna huyendo de otra luna o la sombra que se levanta en el bosque para saltar a otra sombra más vasta.
¿Pero qué les decías a los árboles?
¿Les contabas historias de ciego terciopelo?
¿Encendías de carbón sus corazones en un anuncio mortal?
¿Les hablabas dormido?
¿Los seguía volando tu lengua desprendida desde el sueño?
No lo sé.
Yo sólo hablaba con los árboles y ellos temían mis palabras: como si guardaran algo que no cabe en ellas: el revés de lo que podemos decir:
y es un grito imposible
de ira
de castigo
de amor.




Carlos López Degregori, Lima, Perú (1952)

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...