Odio dormir la siesta. Porque odio levantarme y hacerlo dos veces en un mismo día es mucho para mí.
Pero hay días que el cansancio me vence. Hoy palmé a las 3 de la tarde y soñé:
Yo estaba haciendo caca y me explotaban hacia afuera los intestinos (perdón), me salía como toda una tira que me golpeaba la espalda como chicote (pensaba en hernias y cosas asquerosas por el estilo). Desde el baño llamaba a mi mamá (¿a quién va a llamar si no una cuando se desespera por algo que no entiende y tiene mucho miedo?). Qué angustia en ese llamado que nadie respondía. Después salía del baño y la buscaba por el fondo de mi casa. Yo pensaba que quizás no era tan grave, que todo eso por ahí se metía de nuevo para adentro, que quizás no me fuera a morir. Mi mamá no estaba, venía mi papá. Pero era una mezcla de mi papá real con el papá de Silvana al que acaban de operar de hernia. No me servía, me consolaba un poco su preocupación, su "qué pasó Paulita-Silvanita" pero yo quería a mí mamá.
Y me desperté.
No hay comentarios:
Publicar un comentario