El poema de la puente
Kate Rushin
Estoy harta
enferma de ver y tocar
ambos lados de las cosas
enferma de ser la condenada puente de todos.
Nadie
se puede hablar
sin mi
¿No es cierto?
Explico mi madre a mi padre
mi padre a mi hermanita
mi hermanita a mi hermano
mi hermano a las feministas blancas
las feministas blancas a la gente de la iglesia Negra
la gente de la iglesia Negra a los ex – jipis
los ex – jipis a los separatistas Negros
los separatistas Negros a los padres de mis amigos.
Después
tengo que explicarme a mí misma
a todos.
Hago más traducciones
que las malditas Naciones Unidas.
Olvídense
me enferman.
Estoy enferma de llenar sus huecos.
Enferma de ser su seguro contra
el aislamiento de sus autoimpuestas limitaciones
Enferma de ser la loca de sus cenas festivas
Enferma de ser la rara de sus meriendas de domingo
Enferma de ser la única amiga Negra de 34 individuos blancos.
Encuéntrense otra conexión con el resto del mundo
Encuéntrense otra cosa que los legitime
Encuéntrense otra manera de ser políticas y estar a la moda.
No seré su puente a su femineidad
su masculinidad
su humani- dad.
Estoy enferma de recordarles que no
se ensimismen tanto por mucho tiempo.
Estoy enferma de mediar sus peores cualidades
de parte de sus mejores.
Estoy enferma
de recordarles
que respiren
antes de que se asfixien
con sus propias tarugadas.
Olvídense
crezcan o ahóguense
evolucionen o muéranse.
La puente que tengo que ser
es la puente a mi propio poder
Tengo que traducir
mis propios temores
Mediar
mis propias debilidades.
Tengo que ser la puente a ningún lado
más que a mi verdadero ser.
Y después
seré útil.
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