Y tengo todas las funciones corporales descompensadas: una semana sin dormir, sin cagar, sin comer, sin enconcharme, sin sonreir a mi manera. Una semana tratando de comunicarme, de compartir, de parecer normal, de sobrevivir con reglas y tiempos ajenos. Apunada en el mal sentido, en el que te falta el oxígeno y la cuerpa tiene miedo.
Extrañé mi cama, mi nefli, mis gatis, mis perris, mi tejido, mis libros, mi bidet.
Tengo miedo de no tener paciencia conmigo misma para recuperarme.
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