lunes, 4 de diciembre de 2017
Zoo: Primera temporada y dos capítulos de la segunda
Inicié genialmente entusiasmada por la hipótesis inicial: Todos los animales del mundo se cansan de la superioridad humana y dice "ya no más". Es lo que dice la presentación de la serie, es lo que hasta me servía de hipótesis para mi final de Literatura inglesa, es lo que me hizo empezar a tomar notas de los títulos y ejes de cada capítulo, sobre todo cuando planteaban lo de "la pupila desafiante" y las formas de mutación que llevaba a leones, leopardos, murciélagos, aves, a organizar sus formas de inteligencia y comunicación en contra de la raza humana. Pero a partir del capítulo 3 todo empezó a caer en mostrar las estrategias humanas para luchar contra los mosntruos violentos en que se habían convertido sus mansas mascotas y bichos de espectáculo por culpa de una célula madre (???) manipulada por un laboratorio corrupto y pedorradas tan vistas del tipo conspiración multinacional vs chicos y chicas buenos que quieren salvar al mundo. Hacia el final de la temporada ya no me los fumaba más: escenas muy muy muy ridículas con amor amor en medio y salvataje de bebés y fieras devoradoras y cocodrilos en las veredas y elefantes en la Patagonia. Empecé la temporada dos porque prometían mutación en face dos y resulta que el mutado es un humano porque lo ¿pisó el elefante? Naaaaaaaaaaa. Prometo seguirla para bardearla con causa pero qué patetico que no podamos sostener ni en la ficción la posibilidad de no ser el centro del universo.
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Lunes por la madrugada...
Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...
que sonríe cómplice de amor...
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