"She's Gotta Have It": todas somos Nola Darling
El director de cine Spike Lee revisita la película que lo hizo famoso en los años 80 en la serie "She's Gotta Have It" de Netflix. Con un elenco nuevo y una visión renovada de la mujer afroamericana joven, el cineasta logra una producción que refleja muy bien los tiempos que atraviesan las mujeres de hoy.
La flamante serie de Spike Lee, "She's Gotta Have It", se acaba de estrenar en Netflix y marca una vuelta a los orígenes para el cineasta neoyorquino cuya obra en la pantalla grande lo ha convertido en uno de los directores más influyentes de su generación. Esta serie es una reformulación de su segunda película, que tuvo el mismo nombre, y que lo puso en el mapa del cine. Con esta nueva producción, Lee tiene la rara oportunidad de revisitar su obra y mejorar aquel retrato de una mujer afroamericana feminista, que se negaba a ser definida por su vínculo con los hombres.
La cinta original se estrenó en 1986 y fue revolucionaria por la manera en que presentó a Nola Darling, la protagonista. Hablamos de una mujer independiente, que tenía tres amantes al mismo tiempo y se negaba a elegir entre ellos para tener una sola relación formal. Básicamente, lo formal no le interesaba para nada. El personaje era poco habitual para el cine de Hollywood de los años 80 y ubicó al incipiente Lee en el panteón de los directores feministas.
Esta nueva versión de la historia, cuya primera temporada tiene 10 episodios, es protagonizada por la bellísima DeWanda Wise, quien encarna a una joven afroamericana de 27 años, que trata de sobrevivir como pintora en una zona de Brooklyn en la que es cada vez más caro vivir. En el segundo episodio, ella se defina a sí misma como una "pansexual, poliamorosa y sexualmente positiva" mujer moderna. Es decir, Nola Darling vive y actúa como a ella le place y no da explicaciones por ello.
El grupo de amantes que la rodean está interpretado por los actores Anthony Ramos, Cleo Anthony y Lyriq Bent. El primero vendría a ser el amante divertido, que la cuida y la hace reír, el segundo es el fachero, que la seduce y satisface, y el tercero, el exitoso y adinerado, que la estimula intelectualmente y se encarga de que no le falte nada. Se podría decir que Nola disfruta de lo mejor que cada uno de ellos tiene para ofrecerle.
El show está guiado por una serie de monólogos (al estilo de "House of Cards") que la estrella interpreta, permitiéndole a la audiencia saber exactamente qué está pensando y cuál será su próximo paso. Estos soliloquios son originales, divertidos y están dirigidos específicamente a las mujeres de la audiencia, quienes lidian día a día con la cosificación y la discriminación de parte de los hombres que las rodean, tanto en el trabajo como en la calle.
En tiempos en que la pantalla chica sufre de una sobredosis de producciones "feministas" (como "The Handmaid's Tale", "Godless" o "Jessica Jones") esta serie muestra realmente cómo es la lucha de la mujer joven por ser económicamente independiente y libre en una sociedad que se esfuerza por encasillarla en roles tradicionales como los de "soltera", "novia", "esposa" o "madre".
Las temáticas y los diálogos se sienten muy reales y certeros y eso se debe a que el equipo de guionistas está compuesto enteramente por mujeres, algo que no es común en las series, aun cuando se trata de shows sobre mujeres. La decisión de convocar a las escritoras y artistas Radha Blank, Eisa Davis, Joie Lee y Lynn Nottage fue un claro acierto de parte de Lee.
Si te gusta el estilo de las primeras películas de Spike Lee, "She's Gotta Have It" te va a encantar. Los elementos clásicos están todos presentes: la estética callejera; las tomas en las que los personajes parecen ir flotando por las calles mientras hablan; las referencias a grandes cineastas y películas de antaño y el Brooklyn más tradicional.
Mención aparte merece la genial banda sonora, que estuvo a cargo del padre del cineasta, quien fue además el musicalizador de las primeras películas de su carrera. Cada vez que termina una canción, vemos la tapa del CD del que forma parte, generando una especie de colección de discos alusivos a las diferentes temáticas que aborda el show.
Hay episodios dedicados al acoso callejero que sufren las mujeres, a las diferencias en el trabajo cuando se compite con hombres y a las vicisitudes que vienen con querer ser joven, independiente y feliz al mismo tiempo. Estamos frente a una creación que refleja muy bien los tiempos que atraviesan las mujeres de hoy y eso es algo para celebrar.
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