Él no se anima a contarme. Me tira un: "Qué manera de soñar boludeces anoche..." Le pregunto por qué dice que soñó boludeces, que qué soñó exactamente. Me dice que no se acuerda, que sabe que no son pesadillas porque no se despertó angustiado y que no son cosas lindas porque no se despertó refelizmente aliviado. Le pregunto más. Me dice que "boludeces", que se despertó con la cabeza llena de "pensar mil cosas". No sé si ahí mismo o al rato (porque les dos somos vuelteres para soltar la verdá de la milanesa) me dice que soñó que estaba toda su familia reunida y venían nuestros hijos e hija y en la cabecera de la mesa estaba: "Mi mamá o vos" (Traduzco: su madre, la madre de él, muerta hace veinte años o yo, yo misma que vengo a ser la madre de sus hijos e hija y andá a explicar vos la identificación descabellada que este tipo ha hecho entre ambas mujeres).
Le pregunto si no sabe cuál de las dos éramos y si estábamos las dos muertas o las dos vivas o qué. Me dice que no sabe.
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