Hoy viajé sentada en el asiento largo del 365 con un pibe que va a tocar de telonero de Airbag. Lo sé porque se lo decía a una chica que subió después. Esto fue en San Isidro. Iba sentado al lado mío con las piernas abiertas pero como era muy delgado no llegaba a rozarme. La chica subió y este pibe no la llamó ni se paró para saludarla. Se quedó sentado y estiró la pierna hasta tocarla con la punta del pie. La chica se dio vuelta y lo saludo. Él le dijo "me viste y no me quisiste saludar ahre". Se pusieron a hablar de un casamiento al que tienen que ir ambos y de cosas que cuestan más de diez mil pesos. Él la obligó a sentarse, prácticamente, y se paró al lado del manubrio con el timbre. Cada tanto señalaba por la ventanilla: eran carteles donde aparecía el show de Airbag y su banda telonera. Decía "alto show" y "todavía no lo puedo creer".
No tengo aipod ni nada parecido así que no pude dejar de escucharlxs hasta que se bajaron. Tampoco tenía dónde mirar, el asiento de la ventanilla lo ocupaba otro pasajero. A cada rato el pibe repetía "no lo puedo creer" en relación a su victoria de tocar con Airbag.
Cuando llegué abrí Facebook y me pelié con una psicoanalista en el muro de una amiga. La psicoanalista participa en un libro llamado "Feminismos" escrito por una antifeminista que trabaja para varones violentos del mundo literario. Ella defendía su participación en el libro escudándose en cierta objetividad, aclarando que lo hizo porque la autora no pertenece a un partido político.
Tanto el pibe del colectivo como la psicoanalista son personas que no conozco y no tienen relevancia, salvo como anécdotas. Por eso me dieron ganas de unirlxs. Como ambxs viven en un mundo fantástico que permite a antifeministas editar libros sobre feminismos y a chicos pensar que tienen una banda porque se la merecen y no porque la pueden pagar, me los voy a imaginar como personajes de la historia sin fin o algo por el estilo. Viajan en perros alados por un mundo que se destruye porque no tiene nombre. Ese mundo vendría a ser yo. Sólo les pido, no me den un nombre para que siga viva. No quiero escucharlxs en los colectivos, no quiero leer sus pelotudeces en Facebook. No quiero ser un territorio que ocupen ustedes. Dejen que me destruya. Mi fantasía es esa.
No tengo aipod ni nada parecido así que no pude dejar de escucharlxs hasta que se bajaron. Tampoco tenía dónde mirar, el asiento de la ventanilla lo ocupaba otro pasajero. A cada rato el pibe repetía "no lo puedo creer" en relación a su victoria de tocar con Airbag.
Cuando llegué abrí Facebook y me pelié con una psicoanalista en el muro de una amiga. La psicoanalista participa en un libro llamado "Feminismos" escrito por una antifeminista que trabaja para varones violentos del mundo literario. Ella defendía su participación en el libro escudándose en cierta objetividad, aclarando que lo hizo porque la autora no pertenece a un partido político.
Tanto el pibe del colectivo como la psicoanalista son personas que no conozco y no tienen relevancia, salvo como anécdotas. Por eso me dieron ganas de unirlxs. Como ambxs viven en un mundo fantástico que permite a antifeministas editar libros sobre feminismos y a chicos pensar que tienen una banda porque se la merecen y no porque la pueden pagar, me los voy a imaginar como personajes de la historia sin fin o algo por el estilo. Viajan en perros alados por un mundo que se destruye porque no tiene nombre. Ese mundo vendría a ser yo. Sólo les pido, no me den un nombre para que siga viva. No quiero escucharlxs en los colectivos, no quiero leer sus pelotudeces en Facebook. No quiero ser un territorio que ocupen ustedes. Dejen que me destruya. Mi fantasía es esa.
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