Odio todo eso de los códigos de honor de los guerreros. De Oriente y de Occidente. También me aburre la vieja fábula del adoptado, del mestizo en este caso, que es aceptado e incluido por esos códigos tan cerrados y se queda con la chica (Todos sabemos que a los patitos feos nos dan una patada en el culo y lo único posible es cambiar de manada).
Lo único que me gustó fue lo de la bruja que mataba con arañas y tenía un ojo de cada color y se transformaba en zorro o en dragón o en trapo que entraba y salía de esas habitaciones raras que tienen en Japón.
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