"Lacan dijo algo que se malinterpretó muchas veces: “el Amor siempre es recíproco”. No quiere decir que basta con amar a alguien para que él lo ame. Eso sería absurdo. Quiere decir: “Si yo te amo, es que tú eres amable” (amable en el sentido de ser alguien a quien se puede amar, que genera amor en otros). “Soy yo quien ama, pero tú, tú también estás implicado, puesto que hay en ti algo que hace que te ame. Es recíproco porque hay un ir y venir: el amor que tengo por ti no es sólo asunto mío, sino también tuyo. Mi amor dice algo de ti que quizás tú mismo no conozcas.” Eso no asegura en absoluto que al amor de uno responderá el amor del otro: cuando eso se produce siempre es del orden del milagro, no se puede calcular por anticipado”.
Jacques-Alain Miller, "Amamos a aquél que responde a nuestra pregunta ¿quién soy yo?", revista Registro, "Amor y Psicoanálisis".
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