viernes, 12 de marzo de 2010

Seis dramaturgas en el Rojas

Jueves y viernes de marzo | 21 hs
Sala Batato Barea (Capacidad: 130 localidades)
Entrada: $ 20

La ira de Dios
Seis creadoras abordan las plagas en clave actual

Las plagas fueron, para el Antiguo Testamento, la advertencia por la esclavitud de los judíos en Egipto. Para el nuevo Testamento: la ira de Dios, arrepentido de haber creado lo humano, al contemplar su egoísmo y avaricia. También la mujer, “maldita”, la peste, tiene una mirada diferente, de advertencia sobre lo que provoca organizar el mundo desde la dominación y la competencia.


PARTE I
Jueves 4, 11, 18 y 25

La emisaria
Texto: Sol Pérez | Dirección: Sol Pérez y Mónica Salerno | Intérpretes: Analía Cabanne y Mora Elizalde | Diseño de luces: Fabricio Ballarati | Vestuario: César Taibo | Escenografía: Julián Villanueva y Mariela Iuliano

Inundación
Texto y dirección: Mónica Salerno | Intérpretes: Marina Cáceres, Gabriela Pastor y Lela Cabrera | Entrenamiento actoral: Jorge Román | Diseño de luces: Fabricio Ballarati | Vestuario: César Taibo | Escenografía: Julián Villanueva y Mariela Iuliano

La muerte de la primogénita
Texto, dirección, escenografía y vestuario: Susana Villalba | Intérprete: Soledad Oubiña


PARTE II
Viernes 5, 12, 19 y 26

Diez motivos para la ira de Dios
Texto y dirección: Milagros Ferreyra | Intérpretes: Juan Pablo Cozzani, Alejandro De Santis, Alicia Labraga, Karina Valenzuela, Victoria Funes y Lilian Vivas

El mal está hecho (Le mal est fait)
Texto: Ariana Harwicz | Dirección: Milagros Ferreyra | Intérprete: Clarisa Balcarce | Chelistas: Cecilia Quinteros y Marlene Exler

Yo, Renata
Texto y dirección: Bea Odoriz | Intérprete: Carla Baglivo



Diseño de luces: Fabrizio Ballarati | Escenografía y Realización: Augusto Latorraca, Julián Villanueva y Marcela Iuliano | Ilustraciones: Julián Sequeira | Diseño de iluminación en Diez motivos para la ira de Dios y El mal está hecho: Milagros Ferreyra y Fabrizio Ballarati

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...