Cada vez que la veo siento que es mía. Leo "madrugada" en una novela, en un cuento, en un poema, y es mi palabra utilizada por otros. No es una sensación de traición ni de egoísmo, es de orgullo. Orgullo de que mi palabra, la sonora, extensa y evocadora palabra que yo elegí para este blog sea utilizada felizmente por todos.
(Ni se les ocurra que esto me pase con la palabra lunes)
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