Reportaje sobre o Colectivo MAGÉNTA do Perú
(Primera parte)
Son cinco hombres y una mujer que se dedican al autoconocimiento, al estudio y al debate sobre la masculinidad cuyo objetivo último es fortalecer la igualdad entre los géneros. Sus nombres son Danilo De Assis Clímaco, Christian Guzmán Mazuelos, Luz Uriol Gárate, Cristian Sipion Villasana y Francisco Marcial Meza Esqueche. Esta tarea tan laboriosa se desarrolla en Sudamérica, más precisamente en Lima, Perú.
A continuación os ofrecemos la primera parte del reportaje al colectivo MAGÉNTA.
¿Cuándo os constituisteis como colectivo?
El 25 de Noviembre de 2005 emitimos nuestro primer manifiesto por el Día de la No Violencia Contra de la Mujer; informando de esta manera a la sociedad, a los grupos feministas y a las diferentes comunidades de internautas, el inicio de nuestras actividades. Somos un colectivo, pero no tenemos ningún vínculo formal o institucional. Ahora nuestro colectivo realiza talleres dirigidos a niñas, niños y adolescentes, charlas sobre masculinidades a diferentes grupos sociales, apoya al Programa de Hombres que Renuncian a su Violencia (PHRSV1) y mantiene un grupo de estudios sobre género, masculinidades y violencia.
¿Cuáles son vuestros objetivos?
Para cada uno de los objetivos hay una estrategia que apunta a actividades concretas.
Para el Auto-conocimiento, nuestra participación en el PHRSV www.hombressinviolencia.org como facilitadores de las sesiones y apoyando el proceso de sistematización de la experiencia.
Para el Político, el desarrollo de talleres a varones, mujeres, niñas y niños, y jóvenes sobre género, masculinidades y violencia; además de participar como colectivo de las actividades convocadas por grupos feministas, de mujeres o LGTB.
Y para la Teoría, la creación de un grupo de estudio, la participación en cursos y la formación académica.
Vuestro trabajo ¿es esencialmente teórico, práctico, o una fusión entre ambos?
Nos agrupamos según tres objetivos básicos, mencionados en el nombre de nuestro colectivo: MAGÉNTA “Masculinidades, Auto-conocimiento, GÉNero, Teoría y Acción”. Los que se pueden encontrar explicados al detalle en nuestra página web: www.colectivomagenta.org. Comprendemos que no hay cómo jerarquizar ninguno de estos ejes. Son los tres igualmente indispensables, así como entrelazados:
El Auto-conocimiento, que es también Auto-cuestionamiento, implica la urgencia de revisar cómo los mandatos patriarcales nos construyen y cómo nosotros mismos contribuimos para su permanencia. Es urgente que expurguemos de nuestras vidas toda forma de opresión sobre las mujeres y otros hombres con menos poder que nosotros.
El Eje Teórico es imprescindible pues necesitamos elaborar comprensiones adecuadas de nuestra masculinidad, tanto a nivel personal como social.
Finalmente, el eje de Acción o Político implica el actuar sobre la sociedad para promover cambios en las condiciones de opresión sobre las mujeres y los grupos sociales excluidos. El patriarcado no es sólo el dominio de los hombres sobre las mujeres; sino, sobre todo, de lo “Masculino” sobre lo “Femenino”. Cuando los dueños de las empresas mineras, con el aval del gobierno peruano, instalan minas en la zona andina, devastando su naturaleza y explotando la mano de obra barata de hombres y mujeres, hay una lógica patriarcal por detrás. Donde los empresarios y sus máquinas están del lado de lo “masculino”, frente a la naturaleza y los pueblos originarios que son “feminizados”.
¿Por qué siendo un colectivo mayoritariamente masculino os preocupáis por la violencia hacia las mujeres?
Porque nos sentimos sensibilizados por esta forma de opresión, socialmente recurrente, que en los países del tercer mundo se ven agravadas por la mayor amplitud del machismo, por la menor inserción social del feminismo o por la ausencia de medios legales efectivos para evitar las agresiones. Sentimos la necesidad de hacer algo al respecto. En el camino, nos encontramos con el feminismo y con la noción de masculinidad y la concepción de poder trabajar con la violencia ejercida por los hombres.
Es mediante el fenómeno de la violencia masculina que el tema de la construcción social de la masculinidad hegemónica se manifiesta en la forma más patente y patética. Adquiriendo significado para todas y todos, al poder ser fácilmente relacionada con experiencias cotidianas en nuestras vidas. Pensamos en el trabajo en masculinidades por la búsqueda de una vida libre de violencia y opresión como una de nuestras principales estrategias.
A nivel político, vemos como necesario que un grupo de varones, cuestionando los mandatos hegemónicos de su construcción identitaria, apoyen y se plieguen a las luchas feministas ya iniciadas desde hace tanto tiempo. No sólo como un acto de consecuencia con lo que pensamos, sino como un necesario gesto político. Todo hombre que sea consciente del sistema sexo-género, y lo implacable que puede ser en la inoculación de “Significantes Amo” de la masculinidad; debe buscar librarse de los mismos en el apoyo a las luchas Anti_hegemónicas. Principalmente, las feministas (Anti_sexistas, Anti_machistas, pero también Anti_capitalistas, Anti_conservadoras, Anti_imperialistas, etc.). Si no estamos involucrados en estas luchas, de nada sirven nuestras palabras.
¿Cuál es la solución a los problemas de la violencia de género?
Ojalá pudiéramos tener una respuesta simple y directa para una pregunta que sentimos tan necesitada de respuestas de ese tipo. Lo más cercano que tenemos a eso son algunas sospechas.
En principio, es importante la participación activa del Estado.
Las instancias de intervención y el rechazo a toda forma de violencia contra las mujeres, están oficialmente validados por el Estado peruano en diferentes documentos internacionales (Beijin, Cairo, Belém do Pará, etc.); pero un Estado que piensa en la violencia contra las mujeres como un tema “relacional” que “debe resolverse en el ámbito de la familia, apostando por su reconstrucción”, no está realmente cumpliendo con lo acordado en relación a la violencia de género. Un Estado, como el peruano, que permite la discriminación de las mujeres en las escuelas militares si estas deciden hacer uso de su capacidad reproductiva, no está cumpliendo con su palabra. Nuestro Estado no tiene palabra cuando se trata de violencia contra las mujeres.
A partir de este punto cabrían innumerables reformas estatales en la búsqueda del respeto a los compromisos internacionales adquiridos. Una de ellas: el abandono de la “Currícula Oculta” que refuerza y legitima las inequidades de género contra mujeres, gays, trans, pobres, personas de ascendencia negra o andina, etc. Por otro lado, el Estado peruano, que ya cuenta con una ley contra la violencia familiar, debe incluir una visión de género en sus procedimientos, además de velar porque esta pueda ser cumplida por todas las personas involucradas en procesos de denuncia (policías, fiscales, jueces, etc.), pero sobre todo por la población en general, promoviendo la equidad en todas sus instancias.
¿Qué acciones realizáis para contribuir a solucionar este flagelo?
Lo que nosotros hacemos, básicamente porque nos sentimos muy bien haciéndolo, es una pequeña gota de agua en el mar de iniciativas que harían falta. Aún así pensamos que es poderoso, y en cierto sentido movilizador, que un grupo de hombres apueste por un cambio en las relaciones de género a partir de su renuncia al poder y privilegios socialmente conferidos a los hombres.
Especialmente, desde nuestro colectivo, apostamos por el trabajo con niñas, niños y adolescentes. Pensamos que es a esta edad cuando más útil resulta un trabajo de reconstrucción de identidades y crítica del poder hegemónico. Jugar con ellas y ellos a la pelota, en condiciones de equidad, ya vendría siendo algo importante en ese sentido. O escuchar un cuento en el que podamos criticar el actuar de los personajes y proponer alternativas de solución a sus conflictos a partir de la reflexión grupal, también.
Nuestros talleres intentan ser lo más sencillos y divertidos posible. Creemos que es la mejor forma de aprender. Además, a partir de la experiencia de trabajo en el PHRSV con hombres adultos hemos comprobado cómo están fuertemente asociados los aprendizajes sobre lo que es “ser un hombre” a situaciones de dolor, pesar y sufrimiento. Así que pensamos que un buen camino para aprender otro discurso es la diversión y el placer de sentirse bien; además del hecho de que las niñas, los niños y los y las adolescentes son las personas más antihegemónicas que existen, y se atreven a cuestionar más fácilmente.
Micaela Fernández Darriba
Nota: Este reportaje continuará en el próximo número de Foeminas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario