Estación de Bella Vista a las 7.45 AM. Cada vez que salgo, sea el clima que sea, me odio a mí misma por obligarme a hacer estos esfuerzos, pero apenas llego me amo por lo mismo.
Patearme el traste para hacer lo que quiero siempre fue una de mis principales virtudes, ya no me reprocho no llegar a la alegría total y completa y esquivar el susto y la fiaca, pero bué... La autopaciencia NUNCA fue una de mis virtudes, aunque la practico hace años.
Con Adi, en Refugio artístico, enfrente justo de la estación Saenz Peña, estamos bailando por alegrías, que amo y canto e intento tocar en guitarra. Y en la clase de castañuelas ya hacemos las cuatro coplas de sevillanas sentadas y ahora estamos intentando ponerles brazos y unir a baile (muy muy difícil, tarea para cinco años). También estamos con el Olé de la curra y retomamos Asturias con brazos que habíamos aprendido virtual en pandemia.
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