Ellas, mis aloes altas, las que se mudaron conmigo, las que vinieron de casas amigas, las que me llamaron desde veredas podadoras, las que florecen duras y frías pero están llenas de gel verde y colibríes
Lunes por la madrugada...
Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...
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