Mile ayer se enculó conmigo, ni me acuerdo por qué (ah, sí: estábamos viendo series en mi cama y ella se puso a jugar a ponerme las patas en la cara pero el juego no incluía que yo le devolviera el cariño de pata). No le di bola y la dejé lorizqueando sola. Al rato se fue a buscar los papeles y los lápices y se intaló en la mesa sin decirme nada. Se ve que no se animaba a llamarme o decirme algo directamente. Así que se hace la boba y dice como si hablara con alguien más (estábamos solas en mi casa): "¿Y la abuela? Ah, está ahí..." Le aflojo y me voy a sentar a tejar al lado suyo: me da el dibujito con dedicatoria y corazoncitos (no les saqué foto porque lo pegué de este lado contra la puerta de mi placard).
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