Soñé que mi mamá estaba sentada en una cocina grande, con mesa grande, que era mía pero ninguna conocida. Se ocupaba de o tres y yo la llamaba, sabiendo que estaba muerta, temiendo que no me contestara, con ganas de preguntarle si me quería. Me contestaba, no se iba, pero yo no me animaba a preguntarle por su amor y, en vez de eso, la agarraba a upa, tenía el tamaño de una nena de 10 años, y me la sentaba a upa.
No sé si buscar terapeuta, hacerme perfil en tinder o dejarme de molestar a mí misma con esta necesidad de cariño. Después de todo, debe ser normal que una necesite de alguien que le encante estar con una y no tener que mendigar atención ni pedir disculpas por no ser súper niña todo el tiempo.
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