Repetí conmigo: No tengo que darle explicaciones ni rendirle cuentas ni pedir disculpas ni justificarme con nadie: ni con mis hijes, ni con los perros, ni con las gatas, ni con la vendedora de fruta buenaonda porque compré en otro lado y se va a dar cuenta porque hace una semana que no le compro, ni con el aguatero nuevo porque no consumí todo el bidón esta semana, ni con personal por cambiarme a movistar, ni con les vecines por usar el garage prestado de al lado, ni con el diarero que me trajo 20 años la revista Ñ a mi casa vieja y ni le avisé que me mudé, ni con otres vecines que dije que iba a pasar a saludar y ni fui. (Ya estoy pensando que soy un desastre, una verguenza y que este post no ha servido para nada)
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