Seis poemas de Old Music Island
Odette Alonso es natural de Santiago de Cuba y reside desde 1992 en México. En 2000 publicó en Editorial Letralia su libro Linternas. Con su poemario Old Music Island obtuvo en 2017 el II Premio Nacional de Poesía LGBTTTI, que se convoca en Zacatecas, y cuyo jurado indicó que el libro había sido escogido por “la virtud del ritmo como característica fundamental” y por la amplia capacidad de recursos literarios que le dieron uniformidad.
Old Music Island
Odette Alonso
Poesía
Etalcontenidos
Ciudad de México, 2018
ISBN: 9786079807672
46 páginas
El miedo
Ese hilo
va sacando de mi boca
viejas canciones
un sueño de alfileres.
Éramos rumor de telas
y lavanda
una suerte de celaje.
Fumábamos boquillas mentoladas
y yo usaba los sacos de mi abuelo
y su colonia.
A medias
la risa se transforma en una mueca
pero apretar tu mano
aleja el miedo.
El ensayo
Bailamos
mi lengua dibuja planetas en tu piel
mis manos no pueden detenerse en tu cintura.
Hueles a mieles
a polvos de la buena novedad.
Tu hombro es la pulpa de la fruta
donde clavar mis dientes
un río caudaloso mi saliva en tu boca.
Es un reto la tibieza de tu cuerpo.
Todos los ojos posados en la danza
desaparecen
cuando rozo tus labios.
Punto cero
Una saeta me apunta desde el rabillo del ojo
tu perfume da a la tarde un sinsentido.
De un hilo cuelga el beso
de esa línea invisible trazada sobre el aire
como el vuelo de un insecto.
¿Puede llamarse beso
a ese destello
alejado de los labios
que se muerden
del ardor que evoca esa palabra?
El tiempo pasa
sobre las dos
inalterable.
Este es el punto cero del amor.
Veneno
El veneno ha sido inoculado
un par de gotas fueron suficientes.
Puedes tratar de huir
correr el resto de la noche
el resto de la vida
y no te habrás movido de ese sitio.
Mi lengua seguirá susurrando
las palabras que no quieres oír
y no habrá salvación ni desmemoria.
Es demasiado tarde.
Artificio
En los trenes
ese íntimo suceso
quiso ser carne.
Cuántas noches
al llegar a la estación
miré tu boca
cuántas veces quise alargar ese segundo
con un beso que no fuera despedida
cuántas horas después
en la semioscuridad
dije tu nombre.
A plomo cae el sol
sin sordina los ruidos
los olores
el sudor de la hora en las axilas
anegando la frente.
Adentro
la tarde transcurre a nuestro tiempo
una burbuja el viernes
esa terraza
tú y yo.
Danza sobre mi cuerpo
espíritu de nube.
Marca a tu gusto las señales
en el itinerario
toma lo que desees:
el agua
los elíxires
la risa que no acabe.
Déjame la poesía
ese artificio
Music Island
A mis amigas de 5 de Febrero
Toda música es ayer
nos antecede el canto de la cítara
se impregna en las paredes
en medio de la nada.
Toda música
es un juego de espejismos
una moneda antigua
girando
en la entretela de lo que atravesamos.
Ocurrirán
en la víspera
las reverberaciones
los abismos
el vuelo de los pájaros
que salen de tu boca
y nos llevan
a esa isla del humo
y de la música.
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