Sweet child of mine
Paula Jimenez España
No importa que el amor no sea más
que este fuego chiquito que crepita.
No importa que la luna
vuelva a la plaza blanca y ni un alma
se arrastre en la vereda. No importa nada de eso,
ni los pájaros que dejan de sonar
cuando en tus walkman se escucha dulce nena,
odio ver
el dolor en tus ojos.
A vos te gusta él
te gusta cuando toca la guitarra
cuando la distorsión de la electricidad
te hace sentir su enojo.
Te gusta el pelo rubio y su pañuelo
atado al corazón. Un hombre así
te lleva y ya no hay nada
que te traiga de vuelta al lado mío. Dulce nena
tus ojos me recuerdan mi niñez, parece
que te dice y es mentira
sin embargo, vos te morís de amor.
Los perros nos siguen por la plaza, huelen tu corazón
ahora ausentado
porque tus pensamientos se lo llevan.
No importa.
No importará esta noche
en una historia de noches incontables, sin vos
con que se harán los años. No importará
muchas después cuando el insomnio
y el olvido lleguen.
Habrán pasado todos los momentos
con sus pasitos mudos y elegantes, como los pies
de la pantera rosa. Pero esta plaza
con su farol prestado a mi recuerdo
alumbrará los besos que no hubo, los besos diluidos
y sin sombra, como todas las cosas imposibles.
Hay un disfrute infinito en el suspenso
y cada show está por gatillar
una emoción rabiosa. Qué importa
que una estrella de rock nos prometiera
su luz inextinguible, no era verdad
una vida dichosa en la que nadie
sacrificara nada.
De su libro en preparación "Canciones de amor" (Yo la escuché leerlo ayer en el Delta)
1 comentario:
Hoy leí este poema, de nuevo, en otro blog, y volví a amarlo. Y lo googlé para publicarlo en mi blog y lo encuentro acá, en mi blog donde ya vivía.
Publicar un comentario