Lo que más les reprocho a mis hijos e hija es no aplaudirme más, estar siempre con la crítica a flor de piel, dejar por sentado que nos queremos y entonces no necesitar el aliento, la aprobación, el manoseo, la adulación, el refuerzo positivo constante. Que mamita necesita que se lo digan todo el tiempo.
¿A quién le reprocho esto?
No hay comentarios:
Publicar un comentario