Cuando el trabajo y el estudio me van soltando de a poquito (o yo los voy soltando para hacerme cargo de "lo otro") me acuerdo de que escribo (o debería hacerlo o me gustaría o recuerdo que me gusta pero no lo hago todos los días).
La semana pasada mandé, tímidamente, un cuento y un poema a un concurso.
El otro día me acordé de que tengo un libro completo de poemas para terminar de emprolijar.
Hoy me aparece en feis esta recomendación:
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