"Siempre me pareció que el bar de “La guerra de las galaxias” es el lugar antifascista por excelencia. Ahí se juntan traficantes de Orion, seres con cabeza de pescado, mujeres con tres tetas, músicos, vaqueros de las supernovas. Pura mezcla. Es en este bar que no llegó a conocer Walter Benjamin donde puede florecer algo interesante. Y es en el bar (en todos los bares de todas las ciudades) donde aún hoy el narrador sigue contando su eterno relato. Donde se sigue recitando el “Sermón de la montaña”. Solo hay que estar en estado de atención para poder escucharlo."
Fabián Casas
Tomado de http://www.revistadossier.cl/detalle.php?BD=textos&id=273&pags=0
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