Soñé que tenía que ir a un taller de los míos o a alguna reunión así pero antes quería pasar a recorrer un lugar al que voy siempre: una feria artesanal ubicada como en catacumbas subterráneas, espacios de piedra conectados entre sí por pasadizos más o menos angostos, más o menos escarpados para recorrer amablemente eligiendo polleras hindúes o bijou de plata peruana. ¿Qué? ¿Nunca fueron ahí? Esa feria que quda... ¿en Chacarita o en Recoleta? ¿Cómo que no existe? Eso me desperté (en el sueño) preguntándome: no podía creer, en el sueño, que no existiera, que me la hubiera soñado con tanta seguridad, como sueñorepetitivamente con casas por las que entro o salgo por mis puertas y escaleras o la casa aquella donde creo que viví pero no existe, la que tiene como un vivero al fondo, un espacio donde hay una fuente en vez de una mesa de comedor y está lleno de plantas acuáticas.
Cuando me desperté de haberme despertado en el sueño, cuando vi mi cuarto (el que sí existe, juro que existe) eran las 2 de la tarde y yo estaba un poco desorientada.
2 comentarios:
Qué maravillosos sueños! Como vivir una vida alterna... paralela
Es muy raro. Algún día por ahí encuentro esos lugares. El otro día leía alguna noticia sobre los sueños... ¿cómoles decían? creo que era sueños concientes, o videntes, o algo así, los sueños en los que sabés que es un sueño.
Publicar un comentario